Entre los productos de consumo, se emplean derivados del cloro para producir artículos de tocador y cosméticos, gelatina, lentes de contacto, ordenadores, televisores, cerveza, CD, electrodomésticos, carteras y billeteras, correas para relojes, pulseras, etc.
El cloro también está presente en la fabricación de artículos de vestir como pantalones, camisetas, ropa vaquera, calzado o cinturones.
En muchas actividades de ocio se utilizan artículos fabricados con cloro: balones de fútbol, tiendas de campaña, sacos de dormir, prendas impermeables, monopatines, cuerdas de guitarra y raquetas de tenis y esquís, entre otros.